Las vírgenes salvajes es una comedia sobre la absurda pero necesaria situación de recluir a nuestros mayores en instituciones que los atiendan y cuiden. No siempre fue así.
En las culturas rurales, los mayores tuvieron siempre una función, una ocupación que daba sentido a sus vidas hasta el final. Pero llegaron las prisas y los apuros de la cultura urbana y en ella, los mayores no tienen cabida, son un estorbo, es preciso deshacerse de ellos amontonándolos en instituciones concebidas para eso.
En una de estas instituciones, varias internas realizan, incluso sin saberlo ni pretenderlo, su propia revolución. Aprovechando la entrada de una nueva interna que es llevada allí por su hija que no puede atenderla, varias internas comienzan a cuestionar la institución no dejando nada en pie.
A modo de metáfora de la propia sociedad, las gentes de bien se rebelan contra las imposiciones absurdas y desmedidas. El caos que generan pone a la realidad contra sus propias contradicciones, creando situaciones tremendamente divertidas.
La comedia como factor de crítica ante una realidad que cada vez se muestra más cerrada en sí misma. De algún modo, este espectáculo es un homenaje, quizás algo irreverente, a nuestros mayores más revoltosos.