“FERIANTES” es un espectáculo teatral basado en las narraciones de Álvaro Cunqueiro recogidas en su libro “OS OUTROS FEIRANTES”.
Como se sabe, en estas narraciones aparecen reflejadas las andanzas de diversos y curiosos personajes: aquel que hablaba con su caballo; el otro al que le hablaban las cosas: las sillas, los zuecos, la cuchara, su propio estómago; aquella voladora de Serantes que volaba sentada en una banqueta; aquel Tristán García que murió de tristeza porque no encontró a su Isolda; aquel Novagildo Andión que recorría las ferias con su autobús, transportando personas y animales, que en algunos casos viene a ser lo mismo; o aquel que tenía un ojo de cristal, que como el oculista non tenía otro le dio uno de segunda mano color violeta, que había sido un encargo de una viuda que murió antes de disfrutarlo, y todas las mozas querían tener hijos con él para ver si heredaban ese hermoso color de ojos; o aquella Anxeliña de Prado que había nacido enana, pero con una habilidad, bordar paños con leyendas para los velatorios: “¡Adiós, padrinos queridos!”, “¡Os aguardo a todos en el cielo!”, “¡Hasta la vuelta, compañeros!”, y cosas así.
Todos estos tiernos, mágicos y líricos personajes aparecen reflejados en “Feriantes” a través de un hilo conductor, de un nexo común que los interrelaciona, y este nexo no podía ser otro que una vaca, el animal totémico de la cultura rural. Una vaca, pues, pasa de mano en mano, de dueño en dueño, de feria en feria, y acompañándola en su recorrido vital tomamos conocimiento de las andanzas de estos personajes tan próximos a la realidad mágica que caracteriza a nuestra cultura.
Pero los días están contados para estos personajes, para este hermoso animal. Poco a poco, todo lo que significan se va derrumbando. Sus vidas pierden el sentido que las alentó y, desorientados, encuentran silenciosamente su final. Y En el último instante se preguntan a si mismos cual fue el motivo, cual fue la razón que los arrastró a esa situación sin salida donde se encuentran: ¿Quizás su forma de ser? ¿Será que su innata mansedumbre, su natural conformismo les llevó poco a poco hasta su final? Un espectáculo sencillo, hecho desde la sonrisa, desde la delicadeza, desde el amor, que procura buscar la relación directa, limpia, sin trampas, con el espectador de hoy y con todos los públicos, y que inicia una nueva línea de trabajo para Teatro do Noroeste, en la adaptación de textos narrativos al teatro, esos textos que expresan la esencia de nuestra cultura.
Un espectáculo homenaje a la vaca y a los extraños y curiosos personajes que aun habitan muchos pueblos de nuestro país y también, porque no decirlo, un espectáculo homenaje a Álvaro Cunqueiro.